INDICE
DE TÓPICOS:
Tópico 1.- La
Educación chilena en
general, la educación profesional universitaria, la licencia profesional y su
relación con la colocación laboral en el mercado chileno y latinoamericano.
El dilema
universitario de valoración profesional y de auto sustentación en la gestión.
(Point/Counterpoint)
Tópico 2.- Una visión crítica:
“Sobre la subcultura de enseñanza y costumbres de ratoncitos caníbales: Una
muestra prototipo.- Ciudad de Iquique del norte de Chile, Sudamérica”
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DESARROLLO DE TÓPICOS:
Tópico 1.- La
Eucación chilena en general,
la educación profesional universitaria, la licencia profesional y su relación
con la colocación laboral en el mercado chileno y latinoamericano.
El
dilema universitario de
valoración profesional y de auto sustentación en la gestión.
En
Chile,
la educación está en crisis, y se advierte en muchas formas, la recurrente
primera plana de las noticias en los periódicos nacionales la declaran. La
principal causa del deterioro de la educación en Chile, es el mercantilismo de
que ha sido objeto. Hoy en dia, toda persona que quiere buena educación, para
él (ella) o sus hijos(as)a, o pariente(s), debe estar dispuesto pagar por esa
educación buena.
Los
colegios particulares de enseñanza media sobreabundan, gozando de un beneficio
de autosustentación que les proporciona el estado, llamado subvención, que es
dinero que el estado de Chile le dá a particulares, para que administren la
educación de los ciudadanos. Esta forma de establecer el derrotero de los
objetivos educativos del país, genera competencia entre estos colegios pero que
a la postre, resulta plasmarse con objetivos netamente comerciales. Entonces
aparecen los nuevos "criterios" educativos, que son, por ejemplo, el
tener un mejor puntaje en pruebas de admisión universitaria, satisfacer a los
apoderados y alumnos antes que al sistema educativo y profesores, preocupándose
más del adorno que del contenido, engañando a la población con un producto de
supermercado, desconsiderando que la educación es mucho más compleja y diversa,
y que requiere objetivos más trascendentes y trascendentales.
Lo cierto
en la educación chilena, es que cuando la educación era administrada por el
estado, educación estatal, era entonces mucho mejor que la particular, y no
dependía de la condición económica de los alumnos. Pues bien, este nuevo
criterio amorfo y distorsionado del concepto de buena educación, que está
vigente en Chile, es causal del profundo deterioro que se ha ido experimentando
en la cultura juvenil y en la cultura laboral en general. Todo se vende, y se
vende al que tenga para pagar, esa es la dirección que tiene la educación
chlena.
Mi punto
de vista no niegua o rechaza el valor de la formación privada, sino que resalta
la falta de educación por objetivos superiores e integrales en la actual
educación chilena, y de cómo los objetivos superiores prácticos, en lo moral y
amanual, son "ocultados", tras un velo de superficialidad y
vanalidad. Esto es importante de considerar, pues los privados pueden hacer
buena administración de la educación, solo si existen parámetros y objetivos
claros. Pero he ahí el dilema, o más
bien la disyuntiva exclusiva: "O bien, realizo una educación que persigue
objetivos de desarrollo de competencias para la buena, correcta y oportuna
inserción del educando en un medio social con grandes transformaciones, cambios
permanentes y nuevas exigencias requirientes" o bien, "realizo una
educación que persiga objetivos de utilidad y mercado, y que secunde con el
logro aceptable de aspectos sociales transversales, para que puedan ser útiles
de acuerdo al viejo paradigma anacrónico de los fósiles utilitaristas de corto
plazo". Vale decir: O bien, pienso en calidad o en cantidad.
Este es
otro problema que se advierte en la educación chilena, y que no es directamente
tratado por la literatura, es el del aclaramiento conceptual de la calidad en
educación. Calidad es: "satisfacer los requerimientos de un cliente, y aún
intentando satisfacer más aún a este, con relación al cumplimiento
especificaciones de las cláusulas en un producto o servicio, optimizando o
mejorando los requerimientos". Pero, mi pregunta es, no sobre el concepto
de la calidad, sino: ¿Quién es el cliente?. Esto es un dilema, pues unos y
otros quieren ser los clientes. El apoderado, porque señala que paga unas
lucas; el alumno porque señala que está pagando; el colegio, porque señala que
les paga a los profesores y personal en general. Hay toda una confusión con
relación al "cliente".
Déjenme
decirles que para mí, el cliente es el "Estado", que el Estado somos
todos los chilenos y no solo el representante de turno. Pues, entonces, el
Estado es el que pone el dinero, es decir todos los chilenos, por lo que no
podemos desconocer a la gente, aunque sus objetivos puedan ser contingentes a
los fines educativos mismos. Hay entonces un tema de necesidad de un nuevo
paradigma valórico, que debe entrar en funcionamiento. Y es el
"Estado", el que no puede desvincularse de éste, aunque los viejos
paradigmas (nuevos dicen algunos burócratas)
le hablen que el Estado, debe reducirse a su mínima expresión. Bueno,
por otra parte, sabemos también que el cliente, es quien compra, y su gusto no
tiene porqué satisfacer los fines sociales de consumo, esto genera la
contradicción inicial en el tema educativo. ¿Y saben por qué? Porque simplemente no se han establecido los
parámetros de organización y definición societal, cultural y valórica, de
nuevas formas de hacer las cosas. El mundo está decidiendo por dónde seguirá su
camino, o bien la preocupación por las necesidades básicas insatisfechas de la
mayoría, o bien por la satisfacción de necesidades superiores de unos pocos.
Por ello permanece vigente la contradicción valórica entre el estado y el
individuo, cuando sabemos que el individuo se nutre del estado y de la
"familia", y que a su vez nutre a ambas (sinergia).
Lo
anterior es como la contradicción básica, o conflicto de intereses, pero la familia puede aportar, con sus
singulares y particulares contribuciones, a hacer grande y unificada la misma y
su definición de objetivos superiores.
Esto es
importantisimo, pero nuestra familia en Chile está en crisis. Y no existen, ni
se respetan valores decentes, producto del consumismo, el exitismo y el afán de
novedades. Es aquí donde debe apuntar la responsabilidad del Estado.
Criterios
señores, criterios que son las pautas y principios por donde se ha de
establecer toda medición.
Hay en
Chile un deterioro del concepto de educación, pues ha vencido el plazo de los
viejos paradigmas. Hoy en dia, la internalización de criterios es fundamental,
y esto debe considerar metas de mediano plazo, a lo sumo. (corto plazo:1 año,
mediano plazo. 3-5 años, y largo plazo: 5-10 o más años).
Por lo
mismo, la formación de profesiones pregrado es preferencial por parte de las
universidades y el mercado laboral local, es decir, un profesional pregrado es
mejor valorado que uno postgrado, por las deficiencias mismas del sistema que
no logra adaptarse rápidamente a los requerimientos ni estándares de formación
internacional, acorde con criterios globales de ejercicio profesional. Vale
decir, se privilegia formar profesionales mediocres con poca cualificación, por
el dinero que pagan en sus matrículas.
El
otorgamiento de licencias profesionales de "baja o dudosa" calidad,
simplemente entrabará el mercadeo laboral con subcriterios y
"organizaciones" de empleabilidad, cada vez más distorsionadas de
criterios científicos y respetables. Este alejamiento, desmedra el esfuerzo de
otros, que sin duda se preocupan de desarrollarse a mejores niveles. Pero...
Poseer un título, un master o un doctorado, son situaciones diferentes que no
se han aclarado en Chile. En USA, un PhD. o Doctor, realiza el trabajo de
nombramiento superior, realiza clases en universidades, y posee un ingreso
superior en la profesion. Un Master o magister, realiza un trabajo de
nombramiento medio, coopera con doctores y realiza trabajos prácticos de la
especialidad, y posee un ingreso medio en la profesion. Un titulado pregrado,
realiza un trabajo de nombramiento inferior, coopera en investigaciones sólo
como ayudante práctico, no tiene atribuciones especialistas mayores y posee un
ingreso inferior a los otros dos niveles. Así de claro... Chile al parecer, se mueve con otro
paradigma, no sé cuál será, debieran mostrarlo claramente y dejar de engañar a
la gente, como se hace. Las viejas escuelas o se adaptan o mueren, pero también
hay que preocuparse de mejorar las nuevas escuelas. Afortunadamente nuevos
profesionales, que con esfuerzo han concluído sus estudios de pregrado, master
y doctorado, están exigiendo que se actualicen los parámetros de mercadeo
profesional.
Ahora
bien, el Estado Chileno, a través de su ex gobernante Don Ricardo Lagos, quien
posee estudios de PhD. en economía, ha manifestado objetivamente y con leyes a
prueba, su interés de que en las universidades Chile se respeten y actualicen
los criterios formativos superiores e internacionales, poniendo a prueba la
propia capacidad universitaria de auto sustentación y autofinanciamiento; tal
es el caso de un proceso denominado acreditación, que consiste en una serie de
requisitos que se les exigen a las universidades para ser consideradas en la
elite superior de la educación.
En la
mayoría de los casos, los criterios de formación superior han sido acatados por
las mejores universidades, como requerimiento de un proceso gradual de mejora
continua del nivel académico; siendo hoy en día importante, aunque no
necesario, que los profesores universitarios tengan un grado académico de
magíster (master) o doctorado (PhD.).
Esto es
un lento, pero buen indicador del potencial desarrollo universitario a nivel
académico en Chile, aunque en el mercado laboral no universitario, persisten
puntos de vista parciales, que buscan mantener los criterios de exigencia y
formación inferior de la educación universitaria de pregrado. Todo lo anterior,
tomando en consideración que las licenciaturas en Chile, son el equivalente de
tres años de estudio universitario (normalmente forman parte de una carrera de
pregrado de cinco años de duración), una situación muy diferente de las
licenciaturas en los Estados Unidos, en donde un profesional para obtener su
licencia profesional universitaria, debe antes, obtener el grado de Doctor o
PhD., es decir, diez a doce años de estudio universitario en promedio; para
recién optar la posibilidad de tener la licencia profesional.
En Chile,
el control de costos universitario, la merma y diversificación de aportes
estatales a las universidades; cuyo objetivo es fortalecer la independencia
financiera de las universidades, han desarrollado en Chile, una muy mala
costumbre, la cual consiste en implementar e impartir en las universidades, una
innumerable cantidad de carreras profesionales de pregrado, que no tienen
costos tecnológicos o asociados significativos, y que usan sólo de libro,
pizarra y lápiz (Ingeniería Comercial, Psicología, Derecho, Ingeniería Civil
Industrial, Ingeniaría Mecánica, Pedagogías, etc.), carreras que de acuerdo a
los criterios de colocación laboral nacional, han dejado de ser requeridas en
el mercado, por exceder la demanda, pero que sin embargo siguen siendo parte de
la formación universitaria anual y permanente. De esta manera, hoy en día, las
profesiones pregrado han saturado el mercado laboral, porque existe una
sobreoferta de las mismas, generándose con ello, una baja salarial de los
profesionales y asimismo, una sobre posición de los criterios profesionales
pregrado, por sobre los postgrado. Hecho inconcebible en sectores mundiales de
formación superior.
Hoy en
día, es posible encontrar una gran cantidad de profesionales
"titulados" de pregrado, que se encuentran cesantes; ello ha
implicado y estimulado la consecución y continuidad de estudios superiores por
parte de algunos de ellos (los que económicamente pueden hacerlo); pero la
demanda laboral en Chile, se encuentra otorgando prioridad a los profesionales
pregrado, tal vez por el menor precio de los servicios profesionales de los
oferentes y el cuento universitario chileno persiste siempre con la no
aclaración pública del estatus y la jerarquía profesional universitaria en
todos los ámbitos sociales.
Como se
observa, el dilema social universitario es claro, o bien se realiza un real
mejoramiento académico, o bien se realiza un engaño no explícito,
sobresaturando el mercado para el autofinanciamiento universitario. Incluso hoy
en día es posible encontrar que algunas profesiones universitarias pregrado, se
han posicionado en forma superior a las postgrado para ejercer docencia
universitaria. Por ejemplo, en una universidad chilena se ha exigido, para
ejercer docencia, una licenciatura pregrado en negocios (dada comúnmente a
Ingenieros Comerciales pregrado) a un Contador Auditor que es MBA (Master en
Negocios). Es decir, se le exigió una formación inferior de pregrado, teniendo
en cuenta que los estándares internacionales son claros; siendo irrelevante
para éstos estándares superiores, la formación de pregrado, en comparación con
la formación superior de postgrado de alta especialización.
Lo
anterior es necesario de aclarar y mejorar, porque es inconcebible, que los
grupos de intereses particulares y mezquinos de las universidades chilenas y
latinas, sobrepasen los criterios universales de la ciencia y la universalidad
del conocimiento, sobre todo en épocas de alta especialización profesional.
Preguntas:
1.- ¿Está
saturado el mercado ocupacional chileno con carreras pregrado?
Respuesta.-
Pienso que está sobresaturado en muchas carreras pregrado, y se está saturando
en formación postgrado, especialmente del área educación. Ello implica que hay
Doctores o PhD. Chilenos con Doctorado en Educación, pero faltan PhD´s de otras
especialidades.
2.-
¿Está
saturado el mercado ocupacional chileno con la psicología industrial?
En el
caso de Chile, y la
Psicología Industrial, me
parece que solo hay un primer
Doctor en Psicología Industrial este año, esto constituye un hecho relevante,
pero poco significativo, y considerando que en Chile, un "Psicólogo",
de acuerdo a la concepción universitaria de psicología chilena, obtiene una
licenciatura pregrado, que le habilita para ejercer en todas las áreas de la
psicología. Esto es algo cuestionable, y que refleja la tendencia a la mala
calidad formativa chilena en psicología. Esto es un hecho extraordinariamente
falaz de los criterios profesionales chilenos, considerando que la psicología
es una ciencia, y que chile no es un monopolio de ésta. Y considerando que en
Chile hay solo tres menciones en psicología de pregrado. Teniendo en
consideración, que en la American Psychological Association, hay 54
divisiones, que corresponden a diferentes áreas de la psicología como ciencia.
Harto grande la diferencia, ¿No cree usted? ¿O es mejor la Psicología Chilena,
que la Psicología
como ciencia?
3.-
¿Usted señala que es insuficiente la formación pregrado para el ejercicio
profesional en algunas áreas, tales como la psicología industrial y
organizacional?
Respuesta.-
Por cierto, sin duda que hay muchas fallas formativas. Sobre todo si
consideramos que existen países latinos, tales como en Puerto Rico, donde se
imparte algún programa de postgrado en psicología industrial y organizacional,
en el que incluso ellos mismos, con toda su experiencia y habilidad en el área,
por parte de profesionales debidamente formados en el área; se encuentran
constantemente mejorando sus propios programas, estándares y cuestionando su
propia formación, con una visión, a mi parecer, bastante acertada para el
mejoramiento continuo de la especialidad. ¿Qué podemos esperar de otros lugares
en donde ni siquiera existe la especialidad como tal, es decir, académicamente
y nominalmente justa o apropiada?
De hecho,
recibo muchas consultas específicas de algunos psicólogos chilenos nuevos, los
que formados en la "psicología chilena", carecen de formación
adecuada, de acuerdo a los estándares normales de la especialidad psicología
industrial y organizacional.
Para mí
el conocimiento es lo primero, el apellido es secundario, pero es una
nominación y legitimación inapropiada la que existe en Chile y en varios países
latinos.
4.- ¿Son
muchas las áreas de sobresaturación del mercado ocupacional?
Respuesta.-
Lamentablemente son muchas, y al parecer, no hay indicadores de mejoramiento u
optimización de los criterios en el mercado laboral, lo que genera una gran
incertidumbre en las instituciones universitarias y los profesionales egresados
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Tópico
2.- Una visión crítica:
“Sobre la subcultura de enseñanza y costumbres de ratoncitos caníbales: Una
muestra prototipo.- Ciudad de Iquique del norte de Chile, Sudamérica”(2009)
A.
Generalidades, Educación y Perfil Social.-
Iquique
es una ciudad del norte chileno, es la
capital de la región nacional llamada Tarapacá. Su principal actividad
económica es el comercio, la que fortalece una economía mixta y pequeña, que
involucra un comercio local e internacional, una pequeña industria pesquera,
que se encuentra actualmente en bancarrota; y también una pequeña y casi
mediana minería de cobre, la que normalmente deriva sus utilidades y ganancias
a otras regiones del mundo y a la capital del país, Santiago de Chile.
La ciudad
de Iquique posee un bajo nivel educacional, con enseñanza básica y media de mal
rendimiento (de hecho, ocupa el último lugar en logros de educación básica y
media en Chile). La educación universitaria en Iquique es deficiente, en donde
se privilegian y priorizan los criterios de comercio educativo por sobre los
criterios universales del saber (cuestión más o menos generalizada en todo
Chile, esto sucede por políticas de que orientan a la descentralización e
independencia económica de las instituciones de educación universitaria, pero
que se acentúa en esta ciudad). Lo mismo sucede en la educación media o
secundaria, en donde el beneficio de subvención estatal a los sostenedores
particulares y privados, ha generado subculturas que privilegian el "lucro",
y manejo de "variables de entorno" que "ilusionan"
falsamente a los consumidores, generando un enorme deterioro del concepto de
aprendizaje y educación, traspolándolas a motivaciones e incentivos de
prestigio y de poder.
Entre los
hitos históricos de Iquique, se debe señalar, que a mediados del siglo XIX,
Iquique era una ciudad peruana; y que como ciudad chilena solo está vigente
desde fines del siglo XIX, después de la guerra del pacífico (1879), guerra
entre Chile y la coalición Perú-Bolivia, en que Chile resultó victorioso y se
apropió de las costas hasta entonces peruanas y bolivianas del actual norte
chileno, incluyendo mar y cordillera de los Andes. La guerra del pacífico, tiene su causa en la
disputa de control sobre la explotación salitrera (mineral no metálico) en la
actual zona norte chilena, que
perteneció a Perú y Bolivia. El entonces
colonialismo económico inglés, tenía interés en mantener el control de los
centros productivos de salitre de esta zona latinoamericana, y ayudó a Chile,
que era más condescendiente con las políticas inglesas, que Perú y Bolivia, que
exigían mayor cantidad de impuestos a los intereses ingleses.
La
ciudad, se caracteriza por construcciones y casonas inglesas antiguas, de
hermosa arquitectura, Sus construcciones y bienes muebles antiguos, se
diseñaban y preconstruían en Inglaterra, para luego armarlos finalmente en esta
ciudad. Estas casonas, incluyen muebles de finas maderas y bellas
ornamentaciones, que quedaron para siempre en dichas mansiones, porque no
pueden ser sacados fuera de las mismas.
Toda esta
bella “calidad de vida social, económica y arquitectónica”, fue posible y
producto del apogeo económico del salitre o nitrato de potasio, que fue
considerado “oro blanco” y que generó a fines del siglo XIX, y comienzos y
mediados del siglo XX, una excelente fuente de ingresos a la zona del norte de
Chile, especialmente a esta ciudad, que se destacó como puerto exportador de
este producto. Esta situación fue prolífica hasta los años 1940 e incluso 1950,
fechas en que se sustituyó, casi definitivamente, el nitrato de salitre natural
por el salitre sintético, comúnmente empleado en la confección de la pólvora,
la agricultura y el cultivo marino.
La
sustitución del producto natural, al producto sintético del salitre, generó una
crisis y caída del precio y compra-venta del producto natural. Entonces, en el
norte de Chile, donde se encuentra el salitre natural (nitrato de potasio), se
cerraron los centros productivos, ocasionando una crisis económica en toda la
zona norte del país, especialmente en Iquique, ciudad que se vio obligada a
sostenerse económicamente hasta la década de los años sesenta del siglo XX,
gracias a su industria pesquera, industria que fue generosa sólo hasta el año
1969, fecha en que se produjo un caos productivo, presumiblemente por el
crecimiento de la flota pesquera peruana y la flota de pesca internacional en
alta mar, que ocasionaron (y ocasionan) gran destrucción de los peces que
llegaban normalmente a las costas de Chile (como peces de menor tamaño), por lo
que se generó la crisis industrial pesquera en la ciudad (que aún persiste).
Producto
de lo anterior, en Iquique se erigieron “banderas negras” en toda la ciudad,
indicando con esto, que la población protestaba, dado que no tenía trabajo ni
alimentos para sostener los grupos o
núcleos familiares.
B. El
poder y la fama, en medio de la pobreza.
La
pobreza en la ciudad fue aumentando, y la crisis fue cada vez causa de otros
problemas, tales como la emigración de su población Todos estos “temores de la
civilidad” local, generaron una subcultura de intereses de un sector parcial de
la población. Esta subcultura local, conocida como “oligarquía local”, asentada
en comerciantes, políticos, sectas de masones y otros; generaron un cierto mal
hábito “nepotista” y también un “grupo
coalicionado de intereses comunes” que enraizó firmemente en la ciudad, como
hábito de auto sustentación y supervivencia de solo “algunos” iquiqueños.
Especialmente se resalta la acción de los masones, que por décadas han
controlado el poder y la organización civil en la ciudad. Este
"autoritarismo" de éste y otros grupos de poder "local",
raya en el despotismo y "atacan" todo aquello superior e inferior que
no esté en su "paradigma", vale decir, represente criterios propios
per se. Lo que sin duda, explican solo una "burda" interpretación de
patologías de poder, de parte de "algunos", y que persiste en los
hábitos actuales.
Por lo
anterior y muchas otras razones, en Iquique en base a esta
"inequidad", la pobreza fue aumentando progresivamente en la ciudad,
haciéndose notoriamente significativa a comienzos de la década de los setenta.
En dicha década se instaura en Chile, la dictadura militar, específicamente en
el año 1973, el 11 de septiembre, para posteriormente auto legitimarse como
gobierno militar, en propiedad constitucional. Este gobierno militar, fue
liderado por el General Augusto Pinochet Ugarte, como autoridad máxima, quien
anteriormente había sido Intendente de la ciudad de Iquique, cargo de
administración pública que desempeñó como autoridad política.
La
afinidad del gobernante militar con la ciudad de Iquique, permitió concederle a
ésta, privilegios especiales, construyendo y desarrollando una palanca de
crecimiento económico de la región, que se llamó Zona Franca Internacional,
consistente en una zona territorial exenta de impuestos y tributos al estado de
Chile, con el propósito de producir interés, por las mismas facilidades de
liberación de impuestos en la zona, en los comerciantes y productores
mundiales, buscando implícitamente que
éstos se instalen y aprovechen los beneficios, para con ello, dinamizar y
mejorar la economía local, a través del flujo mercantil, y con la posibilidad
de facilitar la instalación de industrias productivas en la zona. Providencialmente, este apoyo fue generando
recursos a esta alicaída economía local. Sin embargo, la ciudad de Iquique, tal
vez por influencia de su estilo arraigado, de tipo nepotista y oligárquico,
además por la facilidad y maleabilidad de manejo de criterios de gestión
política y administrativa, normalmente criterios que favorecieron a afuerinos
inmigrantes que se instalaron en la ciudad, generó malos hábitos comerciales en
Iquique, tales como el comercio contrabando, o comercio no oficial, con países
vecinos como Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina. Cabe destacar que los “afurinos”, normalmente
personas y grupos familiares de la zona sur del país, se aprovecharon de los
beneficios de la zona dirigiendo sus criterios decisionales con relación a los
destinos de la ciudad, en torno a sus intereses particulares. Así, la
oligarquía local y su nepotismo implícito, dieron pié al aprovechamiento de los
afuerinos, a costa del buen trato local. Cosa que el afuerino no estaba
acostumbrado, porque la precariedad de recursos de sus zonas de origen, sumado
el abuso de los latifundistas y empresarios que ejercen a través de
administraciones autoritarias y semi esclavistas, en sus lugares de origen, no
les permitían crecer y desarrollarse, es así que encontrando una veta de
recursos en Iquique, suman a esta oportunidad, su falta de valores y criterios
normales de trabajo y convivencia social (por ejemplo, aún se comenta en series
de televisión, que los “patrones”, o dueños de empresas y zonas de agricultura,
se aprovechan de los trabajadores, hasta el punto de que cuando un trabajador
va a contraer matrimonio, el dueño del fundo, debe mantener antes que el
esposo, relaciones sexuales con la novia).
Estos “individuos”, normalmente muy faltos de buena educación, y con
investidura militar o política, empezaron a generar costumbres nuevas en esta
ciudad, y que son catalogadas normalmente de “malas costumbres”, tal vez
motivados por el resentimiento social de no tener parámetros morales y de
existencia social normal. Por ejemplo,
sumado a la visión corrupta de negocios de los países vecinos, la acción de
intereses de la localidad, comandada por afuerinos, generó graves problemas de
negocios. Por ejemplo, Iquique posee en Zona Franca, un negociado con Bolivia,
que aporta casi el 50% de utilidades, pero que no son reconocidos oficialmente
por el gobierno boliviano, es decir, son contrabando o mercado negro. (Hoy en
dia, esta situación se ha replanteado y negado por parte de ambos gobiernos,
tal vez, por los intereses de otras localidades, tales como la ciudad de Arica,
en que sí hay comercio pequeño con Bolivia, reconocido oficialmente, pero que
hoy mismo las autoridades bolivianas, quieren negar, porque seguramente no
proporciona “divisas particulares” a través del enriquecimiento ilícito,
aprovechando las garantías de estado).
Paradójicamente,
y con relación al anterior enunciado de mal manejo de criterios y visión de
negocios locales, se generó un abrupto incremento de impuestos a las industrias
locales o cercanas a Iquique, lo que ocasionó el éxodo de la mayoría de estas
industrias emergentes a otras localidades cercanas, tales como el Perú y
Brasil.
Como
hemos podido observar, la ciudad de Iquique ha tenido oportunidades de
crecimiento, pero dicho crecimiento no ha sido racionalizado debidamente, es
decir, no ha sido ordenado ni ha sido sustentador del beneficio propio de la
ciudad, sino más bien ha beneficiado a otras personas y localidades
particulares. En definitivamente, ha
generado un caos administrativo y de negocios, que beneficia a terceros y no a
la misma localidad.
C.
Deterioro cultural y económico progresivo de la ciudad:
La
“permisividad” a terceros u otros que no forman parte del patrimonio local (es
decir, la inmigración temporal), ha generado un aprovechamiento indiscriminado,
desordenado y abusivo, de los potenciales propios de la ciudad, pues se generó
una subcultura local en donde proliferan las patologías comportamentales que
trae el consumismo y el autoritarismo, en donde crece la ignorancia, la
mediocridad y las vanalidades de vida fácil en la comunidad residente. Los
resultantes son una mala productividad en general, una mala calidad de vida, un
desorden de la administración privada y pública y otros vicios burócratas. Y
como se ha mencionado, dada la existencia de otros grupos de poder, como los
políticos y sectas, tales como la masonería, se ha generado una elite
generacional sectaria, y que ocupa y acapara los puestos de trabajo e
influencia más importantes en la ciudad, esto define la matriz ocupacional y de
poder no legítimo que envicia el orden de las organizaciones locales. Pero
curiosamente, considero que es por parte de los inmigrantes, lo que ayudó en la
generación de una subcultura de poder ignorante y anacrónica, que impide los
mejoramientos cualitativos que se requiere en la vida moderna. Tal vez en estos
grupos de poder existan muchos “inmigrantes”, con “habilidades” especiales,
especialmente de la masonería, que incluye sus patologías de poder recurrentes.
D.-
Empeoramiento Continuo.-
Al igual
que la influencia de la informalidad de poder en Iquique ha significado un
retroceso cultural, también se ha modificado la cultura local administrativa,
que tradicionalmente fue considerada como ejemplar y adaptada a principios y
reglas legales y nacionales, me refiero a los años 1940-1970, hoy en día,
forman parte de manipulaciones arbitrarias de intereses de algunos individuos
y/o grupos locales, y es así como estos mismos artífices, han comenzado a
anular y sesgar, falsificar, engañar y arbitrariamente emplear por beneficio
propio, los procedimientos y técnicas formales de administración y organización
de “normas y leyes” provistas para el desarrollo de la calidad en la producción
y el servicio de las empresas e instituciones nacionales. Por ejemplo, las
normas internacionales de calidad, ISO 9000, han sido adaptadas en Chile por el
Instituto Nacional de Normalización. Lo curioso es que en Chile y en particular
y especial caso, las empresas iquiqueñas, han estado obteniendo las
“certificaciones de calidad” (con estándares nacionales pero homologando
criterios internacionales), a través de malos usos de este tipo de validación,
pues se han creado “grupos de consultores” junto a las instituciones formales
que evalúan el proceso de certificación, quienes se coalicionan y cohesionan
para el logro “truncado” de las certificaciones de calidad, sin respetar en
sentido estricto, la rigurosidad de las exigencias internacionales. Es decir,
se copian y falsifican procedimientos, no se realizan auditorias de calidad
adecuadamente, no se adaptan los criterios ni instrumentos a las realidades
particulares de cada empresa, etc. Es decir, queda muy poco para lo real que se
hace, al final, el acuerdo negociado entre empresa, consultores y empresa de
certificación (aval), solamente nos muestra un comportamiento desvergonzado,
que refleja la mediocridad explícita y evidente en las organizaciones locales.
Como
vemos, la manipulación de reglas, es un
mal hábito local; pues los intereses de “aparentar” por el logro de ventajas
comerciales, es un tema que facilita el desorden y la falta de probidad del
sistema social y empresarial iquiqueño.
E. Punto / Contrapunto
Preguntas:
1.- ¿Es fundamentalmente
un problema de organización económica de la ciudad?
R.- Creo
que es un problema que se origina
teniendo como base las situaciones precarias que ha vivido esta ciudad,
y con relación a los tiempos de buenos ingresos, que generó una subcultura de
tradiciones demasiado permeables a las influencias y sub criterios foráneos,
principalmente de inmigrantes que no se adaptaron a las reglas de la ciudad,
sino que las fueron cambiando.
2.- ¿Los
cambios han mostrado algunas mejoras sustantivas?
En
absoluto, los cambios han producido una gran cantidad de males sociales, tales
como incremento de la drogadicción, mal desempeño escolar y laboral,
prostitución, gran incremento de la corrupción en los más importantes puestos
fiscales en general, gran violencia psicológica y manejo arbitrario de
criterios de una "supuesta" psicología comunitaria, que impone
supuestos valores, que no son científicos en lo absoluto, y que solamente deja
entrever las mañas y manías sociales y culturales de la población, en definitiva,
un caos, que solamente es sostenido por variables comerciales de utilidad
limitada.
R.
Aparentemente muestran cambios, pero de mejora superficial, pues las costumbres
locales se han desarraigado de sus fuentes de origen y han desembocado en un
caos de influencias. No hay mejoramiento significativo, sino más bien un
deterioro sustantivo de lo principal, que son los criterios de desarrollo
empresarial, los culturales y educacionales. En estos momentos, el resumidero
de vehículos de segunda mano, más la baja de la productividad, el alto consumo
de drogas y diversiones por doquier, con "magia" de segunda o tercera
categoría, la manipulación negociada y la falta de objetivos decentes de
mediano y largo plazo, parecen ser el resultados de la gestión deficiente que
ha existido históricamente en esta comuna.
3.- ¿El
ámbito laboral sigue criterios volátiles entonces?
R. Las
organizaciones tienen problemas de adaptación y se abordan subcriterios de
mercado en sus niveles de necesidades básicas, no hay proyecciones de mediano a
largo plazo, salvo en los objetivos, pero que al final no desembocan no en las
prácticas. Los salarios son muy bajos y casi el 50% de la segunda región,
Antofagasta. La manipulación de los contratos de trabajo y la permanente
"pracariedad" con que mantienen a los trabajadores en necesidades
básicas es un estilo normal de trabajo en la ciudad. Por ejemplo, es normal que
un profesor universitario no sea contratado internamente, sino solo como
trabajo esporádico. Se le paga sus horas hechas, a un promedio de US $ 12 a US $ 18 la hora
pedagógica realizada. No posee ningún beneficio de salud o previsión social, y
sus contratos solo duran el período académico activo y por horas. Por ejemplo,
una asignatura si tiene 72 horas, solo se le cancela dicho monto, vale decir,
poco más de US $800 a US $1000, por el total de horas del semestre. Lo que
constituye una vulgaridad salarial, y producto del manejo mercantilista del
sistema educativo, y que se agudiza en esta ciudad como una forma de manipulación
laboral. El mismo "criterio" es empleado en otros trabajos y
actividades en general, tanto técnicas como profesionales.