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La ciudad de Iquique, prototipo de estilo de los ratoncitos caníbales: Y sobre la ignorancia y la manipulación sectaria.
INDICE DE TEMAS:
Tópico 1.- Una visión crítica: þSobre la subcultura de la enseñanza y malas costumbres de los ratones caníbales:
Una muestra prototipo.- La ciudad de Iquique del norte de Chile, Sudamérica (escrito en 2007)
Ref.: Inmoralidad política, económica, comercial, cultural, y la manipulación de la masonería local, su deterioro cultural,
las ilusiones multiculturales irracionales y faltas de fundamento y coherencia al sentido del desarrollo.
Tópico 2.- La Educación chilena en general, la educación profesional universitaria, la licencia profesional y su relación
con la colocación laboral en el mercado chileno y latinoamericano (2006, con actualizaciones parche en 2015). Ref. Inmoralidad
económica, comercial, mal trato a los profesionales, mercantilismo, ausencia de valores. El dilema universitario de valoración
profesional y de auto sustentación en la gestión. (Point/Counterpoint)
DESARROLLO DE TÓPICOS:
Tópico 1.- Una visión crítica: Sobre la subcultura de enseñanza y costumbres de ratoncitos caníbales: Una muestra prototipo.-
Ciudad de Iquique del norte de Chile, Sudamérica (escrito en 2007)
Ref.: Inmoralidad política, económica, comercial, cultural, y la manipulación de la masonería local, su deterioro cultural,
las ilusiones multiculturales irracionales y faltas de fundamento y coherencia al sentido del desarrollo.
A. Generalidades, Educación y Perfil Social.-
Introducción: Iquique es una ciudad del norte chileno, es la capital de la región nacional llamada Tarapacá. Su principal
actividad económica es el comercio, que fortalece una economía mixta y pequeña, que involucra un comercio local e internacional,
también una pequeña industria pesquera, que se encuentra actualmente en bancarrota; y también una pequeña y casi mediana minería
de cobre, la que normalmente deriva sus utilidades y ganancias a otras regiones del mundo y a la capital del país, Santiago
de Chile.
Podemos señalar que la ciudad de Iquique posee un bajo nivel educacional, con enseñanza básica y media de mal rendimiento
(de hecho, ocupa el último lugar en logros de educación básica y media en Chile). La educación universitaria en Iquique es
muy deficiente, en donde se privilegian y priorizan los criterios de comercio educativo por sobre los criterios universales
del saber, situación contradictoria, en tanto que Universidad significa "Universalidad del Conocimiento" (el problema
del comercio en educación es una cuestión más o menos generalizada en todo Chile, esto sucede debido a las exigencias de políticas
que se orientan a la centralización y dependencia económica de las instituciones de educación universitaria, una suerte de
autonomía aparente, pero con gran dependencia en los dineros, cuestión que se acentúa en la ciudad de Iquique). Lo mismo sucede
en la educación media o secundaria, en donde el beneficio de subvención estatal a los sostenedores particulares y privados,
ha generado subculturas que privilegian el "lucro", y manejo de "variables de entorno" que "ilusionan"
falsamente a los consumidores, generando un enorme deterioro del concepto de aprendizaje y educación, cambiándolas por motivaciones
e incentivos de prestigio y de poder.
Entre los hitos históricos de Iquique, se debe señalar, que a mediados del siglo XIX, Iquique era una ciudad peruana;
y que como ciudad chilena solo está vigente desde fines del siglo XIX, después de la guerra del pacífico (1879), una guerra
entre Chile y la coalición Perú-Boliviana, en que Chile resultó victorioso y se apropió de las costas hasta entonces peruanas
y bolivianas del actual norte chileno, incluyendo mar y cordillera de los Andes. La guerra del pacífico, tiene su causa en
la disputa de control sobre la explotación salitrera (mineral no metálico) en la actual zona norte chilena, que perteneció
a Perú y Bolivia. El entonces colonialismo económico inglés, tenía interés en mantener el control de los centros productivos
de salitre de esta zona latinoamericana, y ayudó a Chile, que era más condescendiente con las políticas inglesas, que Perú
y Bolivia, que exigían mayor cantidad de impuestos a los intereses ingleses.
La ciudad, se caracteriza por construcciones y casonas inglesas antiguas, de hermosa arquitectura, Sus construcciones
y bienes muebles antiguos, se diseñaban y pre-construían en Inglaterra, para luego armarlos finalmente en esta ciudad. Estas
casonas, incluyen muebles de finas maderas y bellas ornamentaciones, que quedaron para siempre en dichas mansiones, porque
no pueden ser sacados fuera de las mismas. Toda esta bella calidad de vida social, económica y arquitectónica, fue posible
y producto del apogeo económico del salitre o nitrato de potasio, que fue considerado oro blanco y que generó a fines del
siglo XIX, y comienzos y mediados del siglo XX, una excelente fuente de ingresos a la zona del norte de Chile, especialmente
a esta ciudad, que se destacó como puerto exportador de este producto. Esta situación fue prolífica hasta los años 1929, fecha
en que se sustituyó, casi definitivamente, el nitrato de salitre natural por el salitre sintético, comúnmente empleado en
la confección de la pólvora, la agricultura y el cultivo marino.
La sustitución del producto natural, al producto sintético del salitre, generó una crisis y caída del precio y compra-venta
del producto natural. Entonces, en el norte de Chile, donde se encuentra el salitre natural (nitrato de potasio), se cerraron
los centros productivos, ocasionando una crisis económica en toda la zona norte del país, especialmente en Iquique, ciudad
que se vio obligada a sostenerse económicamente hasta la década de los años sesenta del siglo XX, gracias a su industria pesquera,
industria que fue generosa sólo hasta el año 1969, fecha en que se produjo un caos productivo, presumiblemente por el crecimiento
de la flota pesquera peruana y la flota de pesca internacional en alta mar, que ocasionaron (y ocasionan) gran destrucción
de los peces que llegaban normalmente a las costas de Chile (como peces de menor tamaño), por lo que se generó la crisis industrial
pesquera en la ciudad (que aún persiste).
Producto de lo anterior, en Iquique se erigieron banderas negras en toda la ciudad, indicando con esto, que la población
protestaba, dado que no tenía trabajo ni alimentos para sostener los grupos o núcleos familiares.
B. El poder y la fama, en medio de la pobreza. La pobreza en la ciudad fue aumentando, y la crisis fue cada vez causa
de otros problemas, tales como la emigración de su población Todos estos temores de la civilidad local, generaron una subcultura
de intereses de un sector parcial de la población. Esta subcultura local, conocida como oligarquía local, asentada en comerciantes,
políticos, sectas de masones de pensamientos "rígidos, autócratas y de auto-creencia omnipotentes" y otros; generaron
un mal hábito nepotista y también un grupo coalicionado de intereses comunes que enraizó firmemente en la ciudad, como hábito
de auto sustentación y supervivencia de solo algunos iquiqueños privilegiados. Especialmente se resalta la acción de los masones,
que por décadas han controlado el poder y la organización civil en la ciudad. El "autoritarismo" de éste y otros
grupos de poder "local", raya en el despotismo y "atacan" todo aquello superior e inferior que no esté
en su "paradigma", vale decir, que no represente criterios propios per se. Lo que sin duda, se explican solo por
una "burda" manifestación de "patologías de poder", de parte de éstos, y que persiste en sus hábitos actuales.
Por lo anterior y muchas otras razones, en la ciudad de Iquique y en base a esta "inequidad", la pobreza fue
aumentando progresivamente, haciéndose notoriamente significativa a comienzos de la década de los setenta. En dicha década
se instaura en Chile, la dictadura militar, específicamente en el año 1973, el 11 de septiembre, para posteriormente auto
legitimarse como gobierno militar, en propiedad constitucional. Este gobierno militar, fue liderado por el General Augusto
Pinochet Ugarte, como autoridad máxima, quien anteriormente había sido Intendente de la ciudad de Iquique, cargo de administración
pública que desempeñó como autoridad política.
La afinidad del gobernante militar con la ciudad de Iquique, permitió concederle a ésta, privilegios especiales, construyendo
y desarrollando una palanca de crecimiento económico de la región, que se llamó Zona Franca Internacional, consistente en
una zona territorial exenta de impuestos y tributos al estado de Chile, con el propósito de producir interés, por las mismas
facilidades de liberación de impuestos en la zona, en los comerciantes y productores mundiales, buscando implícitamente que
éstos se instalen y aprovechen los beneficios, para con ello, dinamizar y mejorar la economía local, a través del flujo mercantil,
y con la posibilidad de facilitar la instalación de industrias productivas en la zona. Providencialmente, este apoyo fue generando
recursos a esta alicaída economía local. Sin embargo, la ciudad de Iquique, tal vez por influencia de su estilo arraigado,
de tipo nepotista y oligárquico, además por la facilidad y maleabilidad de manejo de criterios de gestión política y administrativa,
normalmente criterios que favorecieron a afuerinos inmigrantes que se instalaron en la ciudad, generó malos hábitos comerciales
en Iquique, tales como el comercio contrabando, o comercio no oficial, con países vecinos como Bolivia, Paraguay, Brasil y
Argentina. Cabe destacar que los afuerinos, normalmente personas y grupos familiares de la zona sur del país, se aprovecharon
de los beneficios de la zona dirigiendo sus criterios decisionales con relación a los destinos de la ciudad, en torno a sus
intereses particulares.
Así, la oligarquía local y su nepotismo implícito, dieron pie al aprovechamiento de los afuerinos, a costa del buen trato
local. Cosa que el afuerino no estaba acostumbrado, porque la precariedad de recursos de sus zonas de origen, sumado el abuso
de los latifundistas y empresarios que ejercen a través de administraciones autoritarias y semi esclavistas, en sus lugares
de origen, no les permitían crecer y desarrollarse, es así que encontrando una veta de recursos en Iquique, suman a esta oportunidad,
su falta de valores y criterios normales de trabajo y convivencia social (por ejemplo, aún se comenta en series de televisión,
que los patrones, o dueños de empresas y zonas de agricultura, se aprovechan de los trabajadores, hasta el punto de que cuando
un trabajador va a contraer matrimonio, el dueño del fundo, debe mantener antes que el esposo, relaciones sexuales con la
novia). Estos individuos, normalmente muy faltos de buena educación, y con investidura militar o política, empezaron a generar
costumbres nuevas en esta ciudad, y que son catalogadas normalmente de malas costumbres, tal vez motivados por el resentimiento
social de no tener parámetros morales y de existencia social normal. Por ejemplo, sumado a la visión corrupta de negocios
de los países vecinos, la acción de intereses de la localidad, comandada por afuerinos, generó graves problemas de negocios.
Por ejemplo, Iquique posee en Zona Franca, un negociado con Bolivia, que aporta casi el 50% de utilidades, pero que no son
reconocidos oficialmente por el gobierno boliviano, es decir, son contrabando o mercado negro. (Hoy en día, esta situación
se ha replanteado y negado por parte de ambos gobiernos, tal vez, por los intereses de otras localidades, tales como la ciudad
de Arica, en que sí hay comercio pequeño con Bolivia, reconocido oficialmente, pero que hoy mismo las autoridades bolivianas,
quieren negar, porque seguramente no proporciona divisas particulares a través del enriquecimiento ilícito, aprovechando las
garantías de estado).
Paradojalmente, y con relación al anterior enunciado de mal manejo de criterios y visión de negocios locales, se generó
un abrupto incremento de impuestos a las industrias locales o cercanas a Iquique, lo que ocasionó el éxodo de la mayoría de
estas industrias emergentes a otras localidades cercanas, tales como el Perú y Brasil.
Como hemos podido observar, la ciudad de Iquique ha tenido muy buenas oportunidades de desarrollo y crecimiento, pero
dicho crecimiento no ha sido racionalizado debidamente, es decir, no ha sido ordenado ni ha sido sustentador del beneficio
propio de la ciudad, sino más bien ha beneficiado a otras personas y localidades particulares. En definitivamente, se ha generado
un caos administrativo y de negocios, que beneficia a terceros y no a la misma localidad.
C. Deterioro cultural y económico progresivo de la ciudad: La permisividad a terceros u otros que no forman parte del
patrimonio local (es decir, la inmigración temporal), ha generado un aprovechamiento indiscriminado, desordenado y abusivo,
de los potenciales propios de la ciudad, pues se generó una subcultura local en donde proliferan las patologías conductuales
que trae consigo el consumismo y el autoritarismo, en donde crece la ignorancia, la mediocridad y las banalidades de vida
fácil en la comunidad residente. Los resultantes son una mala productividad en general, una mala calidad de vida, un desorden
de la administración privada y pública y otros vicios burócratas. Y como se ha mencionado, dada la existencia de otros grupos
de poder, como los políticos y sectas, tales como la masonería, se ha generado una elite generacional sectaria, y que ocupa
y acapara los puestos de trabajo e influencia más importantes en la ciudad, esto define la matriz ocupacional y de poder no
legítimo que envicia el orden de las organizaciones locales. Pero curiosamente, considero que es por parte de los inmigrantes,
lo que ayudó en la generación de una subcultura de poder ignorante y anacrónica, que impide los mejoramientos cualitativos
que se requiere en la vida moderna. Tal vez en estos grupos de poder existan muchos inmigrantes, con habilidades especiales,
especialmente de la masonería, que incluye sus patologías de poder recurrentes, que siempre buscan "manipular" a
toda la ciudadanía local, atemorizando injustamente a quien no se adhiere a su dictamen autoritario.
D.- Empeoramiento Continuo.- Al igual que la influencia de la informalidad de poder en Iquique ha significado un retroceso
cultural, también se ha modificado la cultura local administrativa, que tradicionalmente fue considerada como ejemplar y adaptada
a principios y reglas legales y nacionales, me refiero a los años 1940-1970, hoy en día, forman parte de manipulaciones arbitrarias
de intereses de algunos individuos y/o grupos locales, y es así como estos mismos artífices, han comenzado a anular y sesgar,
falsificar, engañar y arbitrariamente emplear por beneficio propio, los procedimientos y técnicas formales de administración
y organización de normas y leyes provistas para el desarrollo de la calidad en la producción y el servicio de las empresas
e instituciones nacionales. Por ejemplo, las normas internacionales de calidad, ISO 9000, han sido adaptadas en Chile por
el Instituto Nacional de Normalización.
Lo curioso es que en Chile y en particular y especial caso, las empresas iquiqueñas, han estado obteniendo las certificaciones
de calidad (con estándares nacionales pero homologando criterios internacionales), a través de malos usos de este tipo de
validación, pues se han creado grupos de consultores junto a las instituciones formales que evalúan el proceso de certificación,
quienes se coalicionan y cohesionan para el logro truncado de las certificaciones de calidad, sin respetar en sentido estricto,
la rigurosidad de las exigencias internacionales. Es decir, se copian y falsifican procedimientos, no se realizan auditorias
de calidad adecuadamente, no se adaptan los criterios ni instrumentos a las realidades particulares de cada empresa, etc.
Es decir, queda muy poco para lo real que se hace, al final, el acuerdo negociado entre empresa, consultores y empresa de
certificación (aval), solamente nos muestra un comportamiento desvergonzado, que refleja la mediocridad explícita y evidente
en las organizaciones locales. Como vemos, la manipulación de reglas, es un mal hábito local; pues los intereses de aparentar
por el logro de ventajas comerciales, es un tema que facilita el desorden y la falta de probidad del sistema social y empresarial
iquiqueño.
E. Punto / Contrapunto
Preguntas:
1.- ¿Es fundamentalmente un problema de organización económica de la ciudad?
R.- Creo que es un problema que se origina teniendo como base las situaciones precarias que ha vivido esta ciudad, y con
relación a los tiempos de buenos ingresos, que generó una subcultura de tradiciones demasiado permeables a las influencias
y sub criterios foráneos, principalmente de inmigrantes que no se adaptaron a las reglas de la ciudad, sino que las fueron
cambiando.
2.- ¿Los cambios han mostrado algunas mejoras sustantivas?
R.- En absoluto, los cambios han producido una gran cantidad de males sociales, tales como incremento de la drogadicción,
mal desempeño escolar y laboral, prostitución, gran incremento de la corrupción en los más importantes puestos fiscales en
general, gran violencia psicológica y manejo arbitrario de criterios de una "supuesta" psicología comunitaria, que
impone supuestos valores, que no son científicos en lo absoluto, y que solamente deja entrever las mañas y manías sociales
y culturales de la población, en definitiva, un caos, que solamente es sostenido por variables comerciales de utilidad limitada.
3.- ¿Hay cambios de mejora significativos a través de los años? R. Aparentemente se muestran cambios, pero de mejora superficial,
pues las costumbres locales se han desarraigado de sus fuentes de origen y han desembocado en un caos de influencias. No hay
mejoramiento significativo, sino más bien un deterioro sustantivo de lo principal, que son los criterios de desarrollo empresarial,
los culturales y educacionales. En estos momentos, el resumidero de vehículos de segunda mano, más la baja de la productividad,
el alto consumo de drogas y diversiones por doquier, con "magia" de segunda o tercera categoría, la manipulación
negociada y la falta de objetivos decentes de mediano y largo plazo, parecen ser el resultados de la gestión deficiente que
ha existido históricamente en esta comuna.
4.- ¿El ámbito laboral sigue criterios volátiles entonces? R. Las organizaciones tienen problemas de adaptación y se abordan
subcriterios de mercado en sus niveles de necesidades básicas, no hay proyecciones de mediano a largo plazo, salvo en los
objetivos, pero que al final no desembocan no en las prácticas. Los salarios son muy bajos y casi el 50% de la segunda región,
Antofagasta. La manipulación de los contratos de trabajo y la permanente "precariedad" con que mantienen a los trabajadores
en necesidades básicas es un estilo normal de trabajo en la ciudad. Por ejemplo, es normal que un profesor universitario no
sea contratado internamente, sino solo como trabajo esporádico. Se le paga sus horas hechas, a un promedio de US $ 12 a US
$ 18 la hora pedagógica realizada. No posee ningún beneficio de salud o previsión social, y sus contratos solo duran el período
académico activo y por horas. Por ejemplo, una asignatura si tiene 72 horas, solo se le cancela dicho monto, vale decir, poco
más de US $800 a US $1000, por el total de horas del semestre. Lo que constituye una vulgaridad salarial, y producto del manejo
mercantilista del sistema educativo, y que se agudiza en esta ciudad como una forma de manipulación laboral. El mismo "criterio"
es empleado en otros trabajos y actividades en general, tanto técnicas como profesionales.
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Tópico 2.- La Educación chilena en general, la educación profesional universitaria, la licencia profesional y su relación
con la colocación laboral en el mercado chileno y latinoamericano.
Ref. Inmoralidad económica, comercial, mal trato a los profesionales, mercantilismo, ausencia de valores. El dilema universitario
de valoración profesional y de auto sustentación en la gestión.
En Chile, la educación está en crisis, y se advierte de muchas formas, la recurrente primera plana de las noticias en
los periódicos nacionales la declaran como un tópico esencial de la governancia en las últimas décadas. Pero es necesario
aclarar un factor fundamental, para la comprensión del problema: "La principal causa del deterioro de la educación en
Chile, es el mercantilismo de que ha sido objeto". Hoy en día, toda persona que quiere buena educación, para él (ella)
o sus hijos(as), o pariente(s), debe estar dispuesto pagar por esa educación buena. Como dijo un ex presidente chileno, Sebastián
Piñera: "La Educación es un Bien de Consumo", esto es igual que una papa, un yogurt, un claro o la luz y el agua,
etc.
En Chile existen tres niveles de educación: La Básica, la Media y la Universitaria (esta última privilegia los pregrados).
En Chile hay dos tres tipos o clases de instituciones educativas: Las estatales o municipales, las particulares subvencionadas
o particulares que trabajan con dinero del estado, y las particulares, que trabajan con sus propios recursos.
Los colegios particulares de enseñanza media sobreabundan, gozando de un beneficio de auto sustentación que les proporciona
el estado, llamado subvención, que es dinero que el estado de Chile le da a particulares, para que administren la educación
de los ciudadanos. Esta forma de establecer el derrotero de los objetivos educativos del país, genera competencia entre estos
colegios pero que a la postre, resulta plasmarse con objetivos netamente comerciales. Entonces aparecen los nuevos "criterios"
educativos, que son, por ejemplo, el tener un mejor puntaje en pruebas de admisión universitaria, satisfacer a los apoderados
y alumnos antes que al sistema educativo y profesores, preocupándose más del adorno que del contenido, engañando a la población
con un producto de supermercado, desconsiderando que la educación es mucho más compleja y diversa, y que requiere objetivos
más trascendentes y trascendentales.
Lo cierto en la educación chilena, es que cuando la educación era administrada por el estado, educación estatal, era entonces
mucho mejor que la particular, y no dependía de la condición económica de los alumnos. Pues bien, este nuevo criterio amorfo
y distorsionado del concepto de buena educación, que está vigente en Chile, es causal del profundo deterioro que se ha ido
experimentando en la cultura juvenil y en la cultura laboral en general. Todo se vende, y se vende al que tenga para pagar,
esa es la dirección que tiene la educación chilena.
Mi punto de vista no niegue o rechaza el valor de la formación privada, sino que resalta la falta de educación por objetivos
superiores e integrales en la actual educación chilena, y de cómo los objetivos superiores prácticos, en lo moral y a manual,
son "ocultados", tras un velo de superficialidad y banalidad. Esto es importante de considerar, pues los privados
pueden hacer buena administración de la educación, solo si existen parámetros y objetivos claros. Pero he ahí el dilema, o
más bien la disyuntiva exclusiva: "O bien, realizo una educación que persigue objetivos de desarrollo de competencias
para la buena, correcta y oportuna inserción del educando en un medio social con grandes transformaciones, cambios permanentes
y nuevas exigencias requirentes" o bien, "realizo una educación que persiga objetivos de utilidad y mercado, y que
secunde con el logro aceptable de aspectos sociales transversales, para que puedan ser útiles de acuerdo al viejo paradigma
anacrónico de los fósiles utilitaristas de corto plazo". Vale decir: O bien, pienso en calidad o en cantidad.
Este es otro problema que se advierte en la educación chilena, y que no es directamente tratado por la literatura, es
el del aclaramiento conceptual de la calidad en educación. Calidad es: "satisfacer los requerimientos de un cliente,
y aun intentando satisfacer más aún a este, con relación al cumplimiento especificaciones de las cláusulas en un producto
o servicio, optimizando o mejorando los requerimientos". Pero, mi pregunta es, no sobre el concepto de la calidad, sino:
¿Quién es el cliente? Esto es un dilema, pues unos y otros quieren ser los clientes. El apoderado, porque señala que paga
unas lucas; el alumno porque señala que está pagando; el colegio, porque señala que les paga a los profesores y personal en
general. Hay toda una confusión con relación al "cliente".
Déjenme decirles que para mí, el cliente es el "Estado", que el Estado somos todos los chilenos y no solo el
representante de turno. Pues, entonces, el Estado es el que pone el dinero, es decir todos los chilenos, por lo que no podemos
desconocer a la gente, aunque sus objetivos puedan ser contingentes a los fines educativos mismos. Hay entonces un tema de
necesidad de un nuevo paradigma valórico, que debe entrar en funcionamiento. Y es el "Estado", el que no puede desvincularse
de éste, aunque los viejos paradigmas (nuevos dicen algunos burócratas) le hablen que el Estado, debe reducirse a su mínima
expresión. Bueno, por otra parte, sabemos también que el cliente, es quien compra, y su gusto no tiene porqué satisfacer los
fines sociales de consumo, esto genera la contradicción inicial en el tema educativo. ¿Y saben por qué? Porque simplemente
no se han establecido los parámetros de organización y definición social, cultural y valórica, de nuevas formas de hacer las
cosas. El mundo está decidiendo por dónde seguirá su camino, o bien la preocupación por las necesidades básicas insatisfechas
de la mayoría, o bien por la satisfacción de necesidades superiores de unos pocos. Por ello permanece vigente la contradicción
valórica entre el estado y el individuo, cuando sabemos que el individuo se nutre del estado y de la "familia",
y que a su vez nutre a ambas (sinergia).
Lo anterior es como la contradicción básica, o conflicto de intereses, pero la familia puede aportar, con sus singulares
y particulares contribuciones, a hacer grande y unificada la misma y su definición de objetivos superiores. Esto es importantísimo,
pero nuestra familia en Chile está en crisis. Y no existen, ni se respetan valores decentes, producto del consumismo, el exitismo
y el afán de novedades. Es aquí donde debe apuntar la responsabilidad del Estado.
Criterios señores, criterios que son las pautas y principios por donde se ha de establecer toda medición. Hay en Chile
un deterioro del concepto de educación, pues ha vencido el plazo de los viejos paradigmas. Hoy en día, la internalización
de criterios es fundamental, y esto debe considerar metas de mediano plazo, a lo sumo. (Corto plazo: 1 año, mediano plazo.
3-5 años, y largo plazo: 5-10 o más años). Por lo mismo, la formación de profesiones pregrado es preferencial por parte de
las universidades y el mercado laboral local, es decir, un profesional pregrado es mejor valorado que uno postgrado, por las
deficiencias mismas del sistema que no logra adaptarse rápidamente a los requerimientos ni estándares de formación internacional,
acorde con criterios globales de ejercicio profesional. Vale decir, se privilegia formar profesionales mediocres con poca
cualificación, por el dinero que pagan en sus matrículas.
El otorgamiento de licencias profesionales de "baja o dudosa" calidad, simplemente entrabará el mercadeo laboral
con sus criterios y "organizaciones" de empleabilidad, cada vez más distorsionadas de criterios científicos y respetables.
Este alejamiento, desmedra el esfuerzo de otros, que sin duda se preocupan de desarrollarse a mejores niveles. Pero... Poseer
un título, un master o un doctorado, son situaciones diferentes que no se han aclarado en Chile. En USA, un PhD. o Doctor,
realiza el trabajo de nombramiento superior, realiza clases en universidades, y posee un ingreso superior en la profesión.
Un Master o magister, realiza un trabajo de nombramiento medio, coopera con doctores y realiza trabajos prácticos de la especialidad,
y posee un ingreso medio en la profesión. Un titulado pregrado, realiza un trabajo de nombramiento inferior, coopera en investigaciones
sólo como ayudante práctico, no tiene atribuciones especialistas mayores y posee un ingreso inferior a los otros dos niveles.
Así de claro... Chile al parecer, se mueve con otro paradigma, no sé cuál será, debieran mostrarlo claramente y dejar de engañar
a la gente, como se hace. Las viejas escuelas o se adaptan o mueren, pero también hay que preocuparse de mejorar las nuevas
escuelas. Afortunadamente nuevos profesionales, que con esfuerzo han concluido sus estudios de pregrado, master y doctorado,
están exigiendo que se actualicen los parámetros de mercadeo profesional.
Ahora bien, el Estado Chileno, a través de su ex gobernante Don Ricardo Lagos, quien posee estudios de PhD. en economía,
ha manifestado objetivamente y con leyes a prueba, su interés de que en las universidades Chile se respeten y actualicen los
criterios formativos superiores e internacionales, poniendo a prueba la propia capacidad universitaria de auto sustentación
y autofinanciamiento; tal es el caso de un proceso denominado acreditación, que consiste en una serie de requisitos que se
les exigen a las universidades para ser consideradas en la elite superior de la educación.
En la mayoría de los casos, los criterios de formación superior han sido acatados por las mejores universidades, como
requerimiento de un proceso gradual de mejora continua del nivel académico; siendo hoy en día importante, aunque no necesario,
que los profesores universitarios tengan un grado académico de magíster (master) o doctorado (PhD.).
Esto es un lento, pero buen indicador del potencial desarrollo universitario a nivel académico en Chile, aunque en el
mercado laboral no universitario, persisten puntos de vista parciales, que buscan mantener los criterios de exigencia y formación
inferior de la educación universitaria de pregrado. Todo lo anterior, tomando en consideración que las licenciaturas en Chile,
son el equivalente de tres años de estudio universitario (normalmente forman parte de una carrera de pregrado de cinco años
de duración), una situación muy diferente de las licenciaturas en los Estados Unidos, en donde un profesional para obtener
su licencia profesional universitaria, debe antes, obtener el grado de Doctor o PhD., es decir, diez a doce años de estudio
universitario en promedio; para recién optar la posibilidad de tener la licencia profesional.
En Chile, el control de costos universitario, la merma y diversificación de aportes estatales a las universidades; cuyo
objetivo es fortalecer la independencia financiera de las universidades, han desarrollado en Chile, una muy mala costumbre,
la cual consiste en implementar e impartir en las universidades, una innumerable cantidad de carreras profesionales de pregrado,
que no tienen costos tecnológicos o asociados significativos, y que usan sólo de libro, pizarra y lápiz (Ingeniería Comercial,
Psicología, Derecho, Ingeniería Civil Industrial, Ingeniaría Mecánica, Pedagogías, etc.), carreras que de acuerdo a los criterios
de colocación laboral nacional, han dejado de ser requeridas en el mercado, por exceder la demanda, pero que sin embargo siguen
siendo parte de la formación universitaria anual y permanente. De esta manera, hoy en día, las profesiones pregrado han saturado
el mercado laboral, porque existe una sobreoferta de las mismas, generándose con ello, una baja salarial de los profesionales
y asimismo, una sobre posición de los criterios profesionales pregrado, por sobre los postgrado. Hecho inconcebible en sectores
mundiales de formación superior. Hoy en día, es posible encontrar una gran cantidad de profesionales "titulados"
de pregrado, que se encuentran cesantes; ello ha implicado y estimulado la consecución y continuidad de estudios superiores
por parte de algunos de ellos (los que económicamente pueden hacerlo); pero la demanda laboral en Chile, se encuentra otorgando
prioridad a los profesionales pregrado, tal vez por el menor precio de los servicios profesionales de los oferentes y el cuento
universitario chileno persiste siempre con la no aclaración pública del estatus y la jerarquía profesional universitaria en
todos los ámbitos sociales.
Como se observa, el dilema social universitario es claro, o bien se realiza un real mejoramiento académico, o bien se
realiza un engaño no explícito, sobresaturando el mercado para el autofinanciamiento universitario. Incluso hoy en día es
posible encontrar que algunas profesiones universitarias pregrado, se han posicionado en forma superior a las postgrado para
ejercer docencia universitaria. Por ejemplo, en una universidad chilena se ha exigido, para ejercer docencia, una licenciatura
pregrado en negocios (dada comúnmente a Ingenieros Comerciales pregrado) a un Contador Auditor que es MBA (Master en Negocios).
Es decir, se le exigió una formación inferior de pregrado, teniendo en cuenta que los estándares internacionales son claros;
siendo irrelevante para éstos estándares superiores, la formación de pregrado, en comparación con la formación superior de
postgrado de alta especialización.
Lo anterior es necesario de aclarar y mejorar, porque es inconcebible, que los grupos de intereses particulares y mezquinos
de las universidades chilenas y latinas, sobrepasen los criterios universales de la ciencia y la universalidad del conocimiento,
sobre todo en épocas de alta especialización profesional.
POINT - COUNTERPOINT
Preguntas: 1.- ¿Está saturado el mercado ocupacional chileno con carreras pregrado? Respuesta.- Pienso que está sobresaturado
en muchas carreras pregrado, y se está saturando en formación postgrado, especialmente del área educación. Ello implica que
hay Doctores o PhD. Chilenos con Doctorado en Educación, pero faltan PhD de otras especialidades.
2.- ¿Está saturado el mercado ocupacional chileno con la psicología industrial? En el caso de Chile, y la Psicología Industrial,
me parece que solo hay un primer Doctor en Psicología Industrial este año, esto constituye un hecho relevante, pero poco significativo,
y considerando que en Chile, un "Psicólogo", de acuerdo a la concepción universitaria de psicología chilena, obtiene
una licenciatura pregrado, que le habilita para ejercer en todas las áreas de la psicología. Esto es algo cuestionable, y
que refleja la tendencia a la mala calidad formativa chilena en psicología. Esto es un hecho extraordinariamente falaz de
los criterios profesionales chilenos, considerando que la psicología es una ciencia, y que chile no es un monopolio de ésta.
Y considerando que en Chile hay solo tres menciones en psicología de pregrado. Teniendo en consideración, que en la American
Psychological Association, hay 54 divisiones, que corresponden a diferentes áreas de la psicología como ciencia. Harto grande
la diferencia, ¿No cree usted? ¿O es mejor la Psicología Chilena, que la Psicología como ciencia? 3.- ¿Usted señala que es
insuficiente la formación pregrado para el ejercicio profesional en algunas áreas, tales como la psicología industrial y organizacional?
Respuesta.- Por cierto, sin duda que hay muchas fallas formativas. Sobre todo si consideramos que existen países latinos,
tales como en Puerto Rico, donde se imparte algún programa de postgrado en psicología industrial y organizacional, en el que
incluso ellos mismos, con toda su experiencia y habilidad en el área, por parte de profesionales debidamente formados en el
área; se encuentran constantemente mejorando sus propios programas, estándares y cuestionando su propia formación, con una
visión, a mi parecer, bastante acertada para el mejoramiento continuo de la especialidad. ¿Qué podemos esperar de otros lugares
en donde ni siquiera existe la especialidad como tal, es decir, académicamente y nominalmente justa o apropiada? De hecho,
recibo muchas consultas específicas de algunos psicólogos chilenos nuevos, los que formados en la "psicología chilena",
carecen de formación adecuada, de acuerdo a los estándares normales de la especialidad psicología industrial y organizacional.
Para mí el conocimiento es lo primero, el apellido es secundario, pero es una nominación y legitimación inapropiada la que
existe en Chile y en varios países latinos. 4.- ¿Son muchas las áreas de sobresaturación del mercado ocupacional? Respuesta.-
Lamentablemente son muchas, y al parecer, no hay indicadores de mejoramiento u optimización de los criterios en el mercado
laboral, lo que genera una gran incertidumbre en las instituciones universitarias y los profesionales egresados
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